Dentro de pocos días será 14 de febrero, la jornada en la que se celebra el Día de los Enamorados en más de medio mundo. Además de haceros propuestas de regalos para San Valentín, os vamos a contar la historia detrás de esta celebración y varias curiosidades que seguro que os sorprenderán sobre este santo, cómo se celebra en diferentes lugares del planeta y desde cuándo existe esta tradición vinculada de pleno con el amor y el romanticismo.
Indice de contenidos
Cinco datos curiosos sobre San Valentín
¿Por qué se celebra el 14 de febrero?
¿Desde cuándo se celebra el Día de los Enamorados?
¿Cómo se celebra San Valentín en diferentes países?
San Valentín como reclamo comercial
Ocho ideas de regalos originales de San Valentín
CINCO DATOS CURIOSOS SOBRE SAN VALENTÍN
1. Se cuenta que el lugar de reposo definitivo de los restos de San Valentín está en Madrid, donde fueron trasladados a finales del siglo XVIII, regalo del Papa Pío VII a Carlos IV, y que descansan en una iglesia de Malasaña, la de San Antón, conocidísima en toda España por las bendiciones que cada 17 de enero se imparten a las mascotas que cientos de fieles llevan ese día al templo.
El padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, ONG que gestiona la iglesia de San Antón, fue quien propuso hace pocos años crear una nueva tradición entre los enamorados madrileños y visitantes de cualquier lugar: cualquier pareja puede colgar en la verja tras la que se guardan las reliquias de San Valentín en una urna una «cinta de los enamorados».
2. Entre los muchos santos llamados Valentín, además de los que hemos citado al principio, hay una mujer, santa Valentina, martirizada en Palestina en el año 308 de nuestra era. Si prefieres celebrar Santa Valentina para ofrecer resistencia al patriarcado, podrás hacerlo el 25 de julio.
3. Los haters no nacieron con Twitter. A mediados del siglo XIX y hasta los años cuarenta del XX fueron muy populares los vinegar valentines: tarjetas y notas impresas para entregar a los y las pretendientes indeseados.
Si las tarjetas tradicionales expresaban con todas sus fuerzas «Te quiero», estas tarjetas avinagradas de San Valentín manifestaban de forma agria y cómica precisamente la emoción opuesta. Hoy son un preciado objeto para coleccionistas.
4. San Valentín en España se introdujo como un reclamo comercial. Os equivocáis si estáis pensando en los grandes almacenes en los que estáis pensando. Para nada. En 1948, Galerías Preciados publicaba en el diario ABC un anuncio sencillo pero lleno de esperanzas marketinianas lanzando esta pregunta: «¿Cómo no augurar en España el más brillante éxito para el Día de los Enamorados? ¡Sábado, 14 de febrero!».
5. Os contamos algunas cifras y estadísticas que demuestran la importancia que se sigue dando a este día… Cada año se envían unos 1.000 millones de tarjetas de San Valentín. Este año 2020 se calcula que 135 millones de norteamericanos se gastarán 20.000 millones de dólares en regalos y detalles por San Valentín.
Y esperamos que tengáis las ideas claras, porque 43 millones de personas que no celebran el Día de los Enamorados recibirán, a su pesar, un regalo, lo que supone un gasto de 9.500 millones de dólares en regalos que nadie quiere…
¿QUIÉN FUE SAN VALENTÍN?
Al menos tres santos varones son los principales candidatos al puesto de patrón de los enamorados en la tradición cristiana, los tres romanos y los tres mártires. Uno de ellos fue martirizado en la provincia romana de África y apenas se tienen datos sobre su vida.
Otro fue el obispo de la ciudad italiana de Terni (en sus tiempos llamada Interamna), su fiesta patronal se sigue celebrando el 14 de febrero y sus restos se conservan en una urna de plata en el altar mayor de la basílica de esta población, que recibe el nombre del santo. El día de su festividad se celebra en este templo –aún en el siglo XXI– la Fiesta de la Promesa, a la que acuden italianos y gente de otras partes del mundo para prometerse en matrimonio en presencia del santo Valentín; las parejas ya casadas renuevan su voluntad de permanecer juntos el resto de sus vidas.
Un sacerdote romano del siglo III
Pero el más firme candidato es el sacerdote romano Valentín, quien fue ejecutado en el siglo III d. C. bajo el gobierno del emperador Lucio Domicio Aureliano, sucesor de Marco Aurelio Valerio Claudio Gótico. Os preguntaréis por qué motivo llegó a convertirse este sacerdote ajusticiado en el santo protector de los enamorados.
Pues porque Claudio Gótico prohibió nada más y nada menos que el matrimonio entre parejas jóvenes porque los solteros eran mejores soldados y el imperio necesitaba fuerzas militares para sus campañas. Así atajaba el problema de raíz. Hay que pensar que estas estrategias políticas que hoy nos pueden parecer un disparate eran muy habituales en el Bajo Imperio Romano…
Al sacerdote Valentín aquella prohibición le pareció una barbaridad y como el buen hombre que era, comprometido con su comunidad, continuó celebrando matrimonios entre jóvenes enamorados en secreto. Cuando le descubrieron, fue ejecutado –supuestamente– el 14 de febrero del año 270. Sus restos, también presuntamente, se enterraron en la Via Flaminia, extramuros de la ciudad de Roma. De hecho, parece que la hoy conocida como Porta del Popolo se llamó Puerta de San Valentín.
Aunque los aspectos históricos sobre el patrocinio del amor atribuido a Valentín no sean muy objetivos, lo que es una realidad incuestionable es que la heroicidad y un halo de romanticismo cubrieron a este personaje tan empático, convirtiéndolo en el símbolo cristiano de la defensa del amor.
¿POR QUÉ SE CELEBRA EL 14 DE FEBRERO?
Como hemos dicho más arriba, el sacerdote Valentín fue ejecutado el 14 de febrero del año 270 y es razonable pensar que se eligiese ese día para conmemorarlo. Sin embargo, no hay fiesta cristiana que no tenga su origen en una muy anterior celebración pagana.
Del mismo modo que los templos cristianos en muchas ocasiones se erigieron sobre la base de templos dedicados a deidades antiquísimas anteriores a la expansión del cristianismo, las festividades occidentales, tal y como las conocemos ahora, son una continuación, que se fue adaptando a lo largo de los siglos, de festivales que comenzaron a celebrarse en tiempos remotos, asociados con los ciclos de la naturaleza, momentos importantes en la vida humana, como el nacimiento o la muerte, y la fertilidad, principalmente y entre otros.
Las lupercales, la festividad pagana que precedió a San Valentín
Las lupercalia o lupercales era una festividad que se celebraba en Roma a mediados del mes de febrero desde aproximadamente el siglo VI a.C. y que se relacionaba con ritos asociados a la fertilidad. Incluía prácticas que ahora nos parecen muy alejadas de nuestra visión moderna del romanticismo, como sacrificios de animales, elementos violentos y una fuerte carga sexual.
Tras el sacrificio ritual de machos cabríos, los sacerdotes, llamados luperci, cortaban tiras de los traseros de los animales y, desnudos, corrían por la ciudad dando con esas tiras, llamadas februa, a las mujeres, que recibían como bienvenida aquella consagración de la fertilidad sobre su piel.
Otra actividad llevada a cabo en las lupercales era la elección al azar de una pareja con la que se permanecería mientras durase la lupercalia; podía ocurrir que la pareja se mantuviese junta hasta el festival del siguiente año y muchas de ellas se enamoraban y terminaban casándose.
¿DESDE CUÁNDO SE CELEBRA EL DÍA DE LOS ENAMORADOS?
Las lupercales se prohibieron a finales del siglo V d. C. Fue el papa Gelasio I quien las prohibió para instaurar en su lugar la festividad del santo el 14 de febrero el año 494. Así que, desde el siglo V estaba ya el santo del amor en el calendario, aunque no sería hasta unos siglos más tarde cuando su nombre apareciese asociado al amor cortés.
Una tarjeta de San Valentín del siglo XV
La primera «tarjeta» de San Valentín de la que se tiene noticia data de 1415. Fue un poema que Charles, duque de Orleans, escribió y envió a su esposa, Bonne de Armagnac, cuando estaba encarcelado en la Torre de Londres tras la batalla de Agincourt: el no va más del romanticismo. Ella tenía 16 años y él 21, y se refiere a ella como «su Valentine». El poema, escrito en francés medio temprano, comienza con estos dos versos: «Je suis desja d’amour tanné / Ma tres doulce Valentinée» («Estoy ya loco de amor / Mi muy dulce Valentine»). Y tanto…: el duque pasaría encerrado 25 años en la torre.
No es sorprendente que las primeras manifestaciones de esta celebración vinculen al santo del que nos ocupamos con la literatura. El amor romántico, tal y como lo entendemos hoy en día, es una invención literaria pura y dura que se inicia en el siglo XI, cómo no, en Francia: el amor cortés –fin’amor en lengua occitana, que es la primera en la que se desarrolló este concepto–.
Originado en la corte francesa y exportado a la inglesa por Leonor de Aquitania, una de las principales actividades de la vida cortesana eran los devaneos y flirteos amorosos en los que se incluía el cultivo de la poesía para enviarse notas y cartas llenas de pasión destinadas a la conquista.
Las notas de amor por san Valentín: de la corte a la popularización
Así, en el siglo XVI, en las cortes francesa e inglesa, el término «Valentine» se empleaba con asiduidad como apelativo para referirse a la amada o el amado entre la aristocracia. Ya a mediados de siglo XVIII en Inglaterra, amigos y amantes de todas las clases sociales –hay que tener en cuenta que los índices de alfabetización en este país eran los más elevados de la época– intercambiaban por San Valentín prendas de amor y notas manuscritas con mensajes tiernos y promesas de devoción eterna.
En el siglo XIX y en consonancia con el espíritu de la revolución industrial, se había creado toda una industria británica dedicada a la impresión de tarjetas de San Valentín en las que no faltaban versos, flores, cupidos y corazones a tutiplén.
San Valentín en Estados Unidos
Esta costumbre se trasladó al nuevo mundo; en las colonias británicas del norte de América, a principios del siglo XVIII se regalaban tarjetas –llamadas valentines– hechas a mano. Fue una mujer de Massachusetts la que comenzó a comercializar tarjetas de San Valentín en la década de 1840 en Estados Unidos. Esther A. Howland se dio cuenta de que las tarjetas se importaban de Inglaterra y no estaban siempre al alcance de los bolsillos americanos.
Empleando todo tipo de fantásticos y abigarrados adornos, como lazos, papel de seda o bordes de encaje, empezó a producir valentines a gran escala en una línea de ensamble en la que empleadas muy bien pagadas hacían a mano estas preciosas tarjetas cuyo diseño se sigue empleando en la actualidad.
En la época victoriana, cuando los sentimientos tenían que reprimirse, en San Valentín se regalaban tarjetas de brillantes colores para expresar tanta emoción contenida de una manera recatada.
En algunos países alejados del mundanal ruido por motivos históricos, San Valentín no apareció como una tradición vinculada al acto de regalar hasta el siglo XX. En España no fue hasta 1948 cuando se empezó a celebrar el 14 de febrero y en Rusia se celebra desde los años noventa, tras la caída del Muro.
¿CÓMO SE CELEBRA SAN VALENTÍN EN DIFERENTES PAÍSES?
En general, la celebración del Día de los Enamorados puede incluir un regalito, una tarjeta, una cena romántica…, pero no se celebra igual en todos los países, y en algunos hay unas peculiaridades en las que merece la pena detenerse.
Japón: bombones para los hombres
En Japón son las mujeres las que hacen regalos a los hombres, principalmente bombones que se producen de forma especial para la ocasión. La ceremonia y el sentido del deber, tan arraigados en la cultura japonesa, son la causa de que haya tres tipos de chocolates.
Los giri-choko, unos bombones que están ricos y ya. Se regalan a hombres en los que no se tiene interés romántico, como tu jefe, compañeros de estudios, amigos, hermanos, tu padre…; los cho-giri-choko, de chocolate de peor calidad, aptos para regalar a hombres por los que directamente no se tiene ningún aprecio pero a los que no se puede hacer un feo, como un compañero de trabajo impopular; y los honmei-choko, que son la bomba de la traca de los bombones, muchas veces elaborados en casa. Más recientemente se han incorporado los tomo-choko, que se regalan a las amigas.
Tradición agraria en Eslovenia
Zdravko es el nombre que recibe el día de San Valentín en Eslovenia, donde está vinculado a los primeros trabajos agrícolas del año y se le considera patrón de la primavera. Este carácter pastoral de la festividad es el origen de la idílica idea de que los pájaros contraen matrimonio ese día y hay que salir al campo, preferente descalzo a pesar de que el suelo esté cubierto de hielo, para contemplar el emparejamiento de las aves del cielo.
San Valentín al estilo escandinavo
En Dinamarca y Noruega, el Valentisdag no se comenzó a celebrar hasta el siglo XX, a pesar de eso, han creado su pequeña tradición particular, la de escribir poemitas y mensajes de amor rimados llamados Gaekkebrev que los hombres envían de forma anónima a las mujeres, dando alguna clave que les permita identificarles; si la destinataria acierta, gana un huevo de Pascua que se le entregará cuando llegue la semana de Pascua, y si se equivoca, tendrá que regalar ella un huevo de Pascua a su admirador secreto.
Las cucharas de amor, el regalo de San Valentín en Gales
En Gales, en el Reino Unido, el día de los enamorados se celebra el 25 de enero, en el que se conmemora la festividad de St. Dwynwen, que no es un santo sino una santa del siglo V. Hija del rey, se enamoró de un joven al que trágicamente no podía unirse por motivos diferentes que se narran en diferentes leyendas.
Desesperada, huyó al bosque, donde un ángel le ofreció una poción para enfriar su sed de amor; tan potente fue el bebedizo que el objeto de su pasión se convirtió en estatua de hielo. La doncella rezó con fervor y se le concedieron tres deseos que fueron los siguientes: que liberase a su amado del bloque helado en el que había quedado cautivo; que los verdaderos enamorados pudiesen hacer realidad sus anhelos y, por último, no casarse jamás. Cumplidas sus plegarias, se retiró a la vida monacal.
El regalo tradicional en este día son las love-spoons o cucharas de amor, talladas en madera con formas caprichosas y una rica simbología por los marineros, se regalaban a las mujeres a las que se cortejaba. Probablemente, uno de los regalos más alucinantes que encontramos en este breve recorrido por las costumbres locales del día de San Valentín.
SAN VALENTÍN COMO RECLAMO COMERCIAL
Fue en el siglo XIX cuando las notitas manuscritas, la poesía de producción propia y las prendas de amor, que podían ser objetos que perteneciesen a los amantes, como un pañuelo, un mechón de pelo, una cinta del sombrero…, o un humilde y sentido ramillete de flores recogido en el campo dejaron paso a la producción industrial de tarjetas ya impresas. Este fue el primer escalón hacia el lado más comercial de la celebración, propio de la cultura de masas y de las sociedades capitalistas.
En países como España o Japón, San Valentín empezó a celebrarse bien entrado el siglo XX y la tradición se introdujo a partir de un puro reclamo comercial. El ejemplo más llamativo es el de Japón.
Fue en 1936, de la mano del fabricante de dulces Morozoff Ltd., cuando se introdujo en Japón la costumbre de regalar bombones a los hombres por San Valentín. En vista del éxito de ventas de chocolate que tuvo aquella iniciativa, en los años ochenta se creó una celebración paralela, el Howaito-dee, o Día Blanco –el 14 de marzo–, en el que son los hombres los que agasajan a las mujeres con bombones al menos dos o tres veces más caros que los que las mujeres les regalaron a ellos, además de detalles como lencería o joyas.
San Valentín llegó a Rusia tras la Perestroika
Rusia ejemplifica a la perfección el carácter socioeconómico de San Valentín en la segunda mitad del siglo XX, porque no se empezó a celebrar hasta la culminación de la perestroika con el nombre de День Свято́го Валенти́на.
El rasgo más característico en esta fecha es el regalo de flores con un código establecido que da la preferencia a las rosas rojas para manifestar la pasión amorosa, ya que en Rusia las flores son un regalo tradicional para diferentes ocasiones y festividades, y tanto la especie como el color determinan el mensaje en un sofisticado código botánico.
Este carácter consumista que, con el correr de los años, se ha dado a la celebración en los países capitalistas motiva que mucha gente no se identifique con este día y lo critique apasionadamente.
OCHO IDEAS DE REGALOS ORIGINALES DE SAN VALENTÍN
El mundo ha cambiado demasiado para seguir haciendo los mismos regalos de siempre, ¿No creéis? No todas las parejas son de ramo de flores o caja de bombones (menos mal) Por esta razón y adaptándonos a los tiempos que corren, hemos hecho esta selección de regalos de San Valentín. ¡Esperamos que os ayude!
Si quieres confesar tu amor de forma original, ¡díselo con unos calcetines! Estos fabricados en España llevan una declaración de amor que no puede estar más clara: «Contigo, al fin del mundo». Además de ser calentitos, son apasionados y viajeros, tienen un diseño muy chulo, en colores alegres y son suaves y confortables a más no poder.
Miles de fotos en el carrete de tu teléfono pero no te paras a ver ninguna. Dile de una forma especial que el tiempo que pasas a su lado es lo mejor que te ha pasado con esta cámara Polaroid diseño retro. Podrás tener esas fotos juntis en un instante, colocarlas en la nevera o donde más te guste. ¡Siempre salís tan guapos en las fotos que hay que verlas más!
Este cojín térmico de gatito achuchable es sin duda una de las mejores cosas que nos han pasado en Curiosite. Y es que, nadie puede resistirse a su sonrisa, su suavidad y ¡También a su olor! El cojín-gatito lo puedes meter en el micro y calentarlo, será suave y gustosito en una noche de peli y manta. Además está relleno de semillas de lavanda, por lo que su olor es súper gustoso también.
Hay regalos para todos los bolsillos, claro está, pero siempre originales y bonitos. Esta tarjeta tan chula además de tener un precio muy asequible, tiene un mensaje súperchulo que le sacará una sonrisa a tu novio al que no le gusta San Valentín. ¡Eres un bobo, pero te quiero!
Si algo hemos tenido este año, desde luego, ha sido tiempo para retomar antiguos hábitos y para «matar el tiempo». Un regalo perfecto para estos nuevos fines de semana con muchas horas. Estos pasatiempos con mucho amor están pensado para ser resueltos en pareja, así os dedicaréis un poco más de tiempo el uno al otro y no tanto rato a hacer likes en Instagram.
Juego de mesa sexy, pero sexy de verdad. Este regalo: «El juego más sexy del mundo» es original para jugar con tu novio o novia durante este día especial. Sacad a relucir vuestra faceta más traviesa, esa que (quizás) solo os sale a veces, ayudados de estas tarjetas tan divertidas que además os harán pasar un buen rato juntitos, os sacarán más de una sonrisa. Lo mejor de todo ¡No gana ni pierde nadie!
Un regalo muy original es nuestra lámpara luna: regalar la luna sin que te la pidan sorprenderá a tu pareja. Podréis poner nuestro precioso satélite en vuestro dormitorio y vivir momentos relajados o intensamente apasionados bajo su mágica luz. Embalada en una caja con un diseño muy bonito, podemos decir que esta luz nocturna es el regalo perfecto para San Valentín.
Bueno, y para terminar este ramo de flores tan especial. Sí, sabemos que hemos dicho que esta lista era para parejas especiales, de esas que no se regalan flores o bombones, pero es que este ramo no es el típico ramo ¿Sabes por qué? Pues porque realmente no es un ramo, ¡Es un árbol! Este árbol «Sakura» florecerá gracias a los cuidados que le des. Como el propio amor ¿No es una metáfora bonita? Bueno, quizás nos hemos pasado de cursis, pero el árbol es súper chulo 🙂
¡¡Os deseamos un día de San Valentín muy feliz y repleto de amor!!